jueves, 28 de febrero de 2019

JORNADAS DE TRABAJO DE 12 HORAS




Fotografía de Jara Grande


Mar Romera "licenciada en pedagogía y psicopedagogía y experta en inteligencia emocional, preside la Asociación Pedagógica Francesco Tonucci", sacó un artículo muy interesante hablando de las jornadas de 12 horas a las que se enfrentaban muchos niños y niñas.

Lo que busca esta autora es una escuela con la infancia y no para la infancia. Actualmente cuando se hacen pactos de educación, se mira el currículo y se maneja la idea de un cambio pedagógico, siempre miramos a la educación como algo futuro, pero el presente es ahora y los protagonistas tienen que ser los niños y niñas que viven el día a día en la escuela.

Es triste ver como a los y las menores no se les tiene en cuenta ni les damos voz porque no son todavía personas rentables para la sociedad: son consumidores en segundo plano, todavía no son productivos.

Sin embargo, se busca en muchos sistemas educativos que la infancia sea una etapa adulta desde muy temprana edad, es contradictorio.

¿A qué me refiero con etapa adulta? bien, si pensamos en las jornadas de educación formal que tienen, las horas que pasan sentados y las normas y reglas de muchas escuelas, podemos asemejar este concepto a una jornada laboral de oficina.

Y hay veces que no basta con eso porque tienen que ser excelentes: tienen que saber tocar el piano, bailar, pintar como piccasso, cantar, hacer matemáticas, lengua, robótica, fútbol, etc.

A la sociedad se le olvida el juego y sus beneficios, se le olvida el papel importantísimo de la elección propia de un niño/a sobre lo que le gusta y lo que quiere hacer. La imposición de tareas y extraescolares les mengua su imaginación e interés por aprender, en muchas ocasiones.

Por tanto, menos jornadas de 12 horas y más juego libre, campo, parque y motivación que parte del interés del menor.
¡Tenemos que favorecer su creatividad e inteligencia emocional no fabricar niños y niñas productivos para la sociedad¡


P. “Quizá podría decir en gran medida y desde la metáfora que Hogwarts (la escuela de Harry Potter), es la escuela que quiero”, escribes. Con Hogwarts la atención de los medios estaría garantizada. ¿Qué tiene la escuela creada por la imaginación de J.K. Rowling?
R. Te hago una pregunta si has leído los libros o has visto alguna de las pelis: ¿Quiénes son los protagonistas?
P. Los niños, claro.
R. Vale, pues esa es la escuela que quiero. Solo eso: un espacio donde los protagonistas sean los niños.

Enlace de la entrevista a Mar Romera, El Pais (16-feb-2019).

Jara Grande Grau

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