sábado, 2 de marzo de 2019

LO NATURAL NO SE COMPRA


El pasado viernes 1 de Marzo creamos mediante la técnica del collage nuestro propio personaje, Natura.

Ni mi grupo ni yo teníamos algo pensado antes de realizar la actividad pero me pareció que todo fluyó perfectamente al decidir sobre qué modelo de mi revista íbamos a trabajar. Era una chica rubia con el pelo corto, aparentaba delicadeza y entraba dentro de todos los cánones de belleza que están impuestos por la sociedad, así que la dimos una vuelta de tuerca.

Fotografía mía
Queríamos una persona natural, una chica cualquiera que puedas ver por tu barrio un domingo por la mañana. Una mujer a la que entrar o no dentro de lo establecido le diera igual, que supiera hacer crítica y juzgar lo que ve a través de sus ojos.

Intentamos mostrar todo eso mediante algunos recortables que hicimos de revistas. Una pizza saliendo del bolso, llevando un bote de pisto y espárragos en la mano, una diadema hecha con coliflores, saliendo de un yogurt... Pero también quisimos hacer un guiño a lo que realmente la sociedad es, lo superficial que es todo, la belleza premiada ante todo, por ello en sus gafas pusimos recortes de caras de mujeres de lo más perfectas. Otro toque que le dimos para que tuviera que ver con nuestro slogan "Lo natural no se compra" fue que lo hicimos en una bolsa de compra.




Hoy en día el mundo se basa en el postureo, aparentar algo que no eres pero es que incluso se quiere aparentar naturalidad. ¿Cómo se puede aparentar naturalidad? ¿Entonces no se deja de ser natural? 

Muchas veces cuando te quieres hacer una foto para subirla a tus redes sociales, algo súper normal, siempre tu amigo o amiga te dice: "ve caminando para que se vea natural" "ríete" "haz como que te pillo de imprevisto". Cuando lo estás viviendo o eres partícipe no te das cuenta de lo ridículo que suena. Otra vez volvemos a la sociedad falsa en la que estamos viviendo, en la que se premia lo superficial de la mentira.

Lo natural no se compra, ni se vende y mucho menos se aparenta. 


María Martín García




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