Con respecto al tema que tratamos el último viernes, diversidad cultural, reflexioné sobre la valentía de todas aquellas personas que abandonaban sus países de nacimiento, la mayoría de ellos para encontrar en otro lugar una vida mejor.
Durante los últimos años el tema de la inmigración ha estado muy presente en muchos ámbitos y desde mi punto de vista normalmente siempre se trata como algo que nos toca para nada, algo ajeno e incluso muchas veces podemos llegar a oír comentarios contra ellos y ellas. Pero, ¡por favor! ¿Qué nos pasa? Son personas igual que tú y que todo el mundo, personas que han tenido menos suerte y que necesitan cambiar de país para tener un futuro un poco mejor ya que en el país que vivían o nacieron, por desgracia, no se les trata como deberían.
Una de las cosas que más me fastidia de todas esas personas que no quieren que lleguen más inmigrantes es cuando les pones en situación diciéndoles: "imagínate que llega un momento en tu vida en que te ves obligado a huir, no puedes cubrir las necesidades de tus hijos, hay guerras constantemente y no estáis ni os sentís a salvo, ¿cómo te gustaría que te tratasen?". Entonces en ese caso si que están de acuerdo, pero lo tratan como una excepción. ¿Cómo puedes hacer esas excepciones con personas? Todos deberíamos desarrollar un poco más el hecho de ponernos en la situación del otro y preocuparnos por lo que ocurre en esos países, y en todas las personas que llegan diariamente a nuestras costas, ¡no solo cuando nos toca de cerca!
María Martín García
Sí las circunstancias pueden obligar a sacar un coraje impensable, somos capaces de mucho y es importante saber que podría pasarle a cualquiera
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